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Abierto por vacaciones

Después de seis meses sin escribir, reinauguramos la temporada del blog.
Al habla Julia desde la localización en la que estamos rodando la tesis de Pablo, una casa muy monísima en lo que vendría siendo el Pedralbes de Los Angeles, Pacific Palisades (bueno, aquí hay bastantes Pedralbes). Ando con la pata en alto porque ayer me torcí el tobillo éste retrasado que tengo. Es el mismo tobillo que me torcí cuando caí nada más llegar a Madrid a una serie de reuniones importantísimas que teníamos Miriam y yo en Televisión Española y otros Ilustres Lugares de la Capital. Es el mismo tobillo que me torcí cuando tenía dieciséis años y crucé la Diagonal corriendo de camino a Jimmys, una discoteca ya desaparecida que curiosamente tenía el mismo nombre que el protagonista del corto que estamos rodando ahora. Éste, el izquierdo. Mi Tobillo Retrasado. Pues ayer mientras recogíamos a medianoche, después de un intenso día de rodaje, me caí y me lo torcí otra vez. Después de dos horas de dolor muy intenso, tres analgésicos, una pomada de frío-calor y mi tobillera de cabecera (que guardo con las medicinas desde que me di cuenta de que ésta iba a ser una lesión crónica), el dolor está bajo control y, aunque cojeando de forma muy poco elegante para una Productora de Mi Calibre, me desempato. Por suerte, como esto está bastante bien organizado (aunque está mal que lo diga yo, no sé quién va a decirlo si no), no es muy grave que tenga que estar mayormente sentada.
Por lo demás, y a pesar de que:
- estamos rodando clandestinamente porque los de la oficina de permisos nos han puesto tantas pegas como si, en lugar de decirles que íbamos a rodar una pequeña producción estudiantil en una residencia privada con permiso del dueño y dentro de unos horarios razonables, les hubiéramos dicho que pensábamos bailar desnudos alrededor de unas hogueras y casar unos gatos por el ruidoso rito de las cantos rodados;
- la llave que me dio el dueño no funciona y hemos dejado el millonario equipo a merced de los ladrones esta noche,
el rodaje VA BIEN. Y no digo más porque me da miedo gafar la cosa.
Yo me aburro bastante (que creo que es buena señal) pero Pablo se lo está pasando pipa. Aparte de espantar a algún que otro vecino que viene a dar la tabarra y de mandar a alguien a por cocacolas o kitkats de vez en cuando, no hay mucho que hacer en lo que viene siendo mi departamento. Así que seguramente tendré tiempo para escribir e ir poniéndoos al día de nuestras andanzas en el último año. Ahora, voy a ver si doy la bienvenida al equipo y me aseguro de que todo el mundo esté a gusto y trabajando e hidratándose adecuadamente y aparcando donde toca y esas cosas prosaicas de las que nos preocupamos los productores.